No hay

Miguel Valdez

Venezuela es hoy en día un país en donde no se consigue ningún rubro. Este período de desabastecimiento de alimento afecta a todos por igual. Desde los alimentos más esenciales de la canasta básica, la leche, azúcar, café, queso, alimentos que son esenciales para el buen desarrollo de las personas, conseguirlo en este país es una verdadera odisea.

Carlos Mata, comerciante, considera que tener en sus estantes estos productos sería una gran sorpresa “Nunca llegan “afirmó. Para el vendedor todo se debe a una mala política alimenticia implementada por el estado

Fuimos hacia un supermercado y era impresionante como la crisís ha llegado hasta los mayores extremos. Todos te vigilan y te miran con cara de malos, y tratándote de decirte que no busques, porque sencillamente no hay.

Para Carmen González la falta de alimentos afecta sobre manera a toda su familia, especialmente a sus hijos. “ni en mercal hay “aseguró la señora, quien además confirma que para sobrevivir tiene que hacer colas interminable de hasta un día y medio.

No existen

En mi casa comenta Josefina García, cuando hacemos arepa, la valorada mantequilla no debe faltar porque comerla con jamón y queso (cuando se encuentra) y seca no sabe bien. Pero ya el venezolano se está acostumbrando a la carencia de estos productos.

Debido antes esta situación afecta a todas las clases sociales, con valentía y decisión, me dirigí en la búsqueda de estos, con el objetivo de ver qué tan fácil son de conseguir, en qué cantidad.

En uno de los Mercales de Ciudad Bolívar, ubicado en un populoso barrio denominado “Los Coquitos” se pudo constatar lo que está padeciendo cada uno de los venezolanos. Tempranito, aproximadamente las cinco de la mañana llegué al sitio, estaba oscuro y tenía sueño, la gente se empezaba a aglomerar cuando un vigilante que cuidaba una farmacia dio una sorpresa y relató.

“no crean que esta gente llega temprano” sentenció Samuel Guape. Para el vigilante los representantes de Mercal, son unos “tracaleros y embusteros”. Comenta que las cajeras y los chicos que ayudan a despachar siempre están escondiendo la mercancía para repartirlas entre ellos mismos.

Pasaron las horas

El calor, con las temperaturas de hoy en día es difícil mantenerse parado en un lugar por más de dos horas sin querer llegar a casa rápidamente para darse un buen baño y así enfriar el cuerpo.

Pero eso no iba a ocurrir ni para mi, ni mucho menos las más de cincuenta personas por decir una cantidad que no se acerca en nada a la realidad, las que estaban esperando a que abrieran el local. Como perros y gatos se puede describir la gente, obstinada antes esta situación.

Realice la cola como cualquier persona, fue a las tres de la tarde, porque la odisea para poder entrar, es otra cosa. Insultos, golpes, empujones y hasta pisotones tuve que soportar para poder solo acceder al sitio. La gente hoy en día parece desesperada por conseguir los productos, pero no es para menos.

Según cifras de la empresa Datanalisis, por cada 97 de cada 100 venezolanos está comprando productos en Mercal, ¿Pero a qué se debe eso? , se debe a que el poder adquisitivo de la población ha disminuido en casi un 50%, estimando que la canasta básica esta por el orden de los 2200 bsf.

Es un mal necesario acudir a los establecimientos del Gobierno, sin dejar de resaltar que la mayoría de los supermercados privados están en manos del estado, la gran pregunta será hasta donde se podrá aguantar esta situación.

Valdrá la pena preguntarse si las personas merecen pasar por todo esto. Pero mientras esta situación siga de la misma manera las personas tendrán que hacer y pasar por el mismo proceso para conseguirlos o la peor manera, de pagarle a los “acaparadores” para evitar todas las colas y males necesarios.