viernes, 4 de junio de 2010

Un periodista de garra

Américo Fernández, Cronista de Ciudad Bolívar, es un hombre muu apasionado por su carrera, con su gentiliza genuina comenzó una charla sin tregua, sin limite de horas o palabras; con esa audacia indiscutible que caracteriza a todo  amante de su profesión.
Nació el 26 de septiembre de 1931 en la ciudad de Nueva Esparta, en la isla de Coche, joven emprendedor que desde el cuarto grado empezó en el mundo del periodismo dirigiendo el periódico de su escuelita. Al llegar al último año de bachillerato le hizo una suplencia a su maestra y obtuvo algo de dinero para comprar su máquina de escribir.
Su gran pasión
Allí con el pasar del tiempo, la escritura con su particular forma literaria se convirtió en una pasión de nunca acabar. Comenzó como columnista para el Diario el Luchador en 1955, luego pasó a ser Redactor y Director del Bolivarense; con esas mismas dotes fue corresponsal de varios periódicos como el Últimas Noticias, La Esfera, El Mundo y Elite.
El periodista consagrado, más por su experiencia que por los honores recibidos es de estatura baja, no pasa de 1. 60m, tiene una contextura delgada, es de piel canela y de poco cabello, un poco calvo; pero tiene pintado entre su hebras, el conocimiento, la práctica, la rutina; es decir, las canas de los años vividos. En su carácter personal es un hombre serio y respetuoso, con un espíritu joven,
Periodismo y libertad
Para el Periodista de Ciudad Bolívar la libertad de expresión es lo más importante que deben defender los comunicadores sociales. Se describe como un ser incansable que siempre está buscando la verdad para así trasmitírselas a sus lectores que son los que le darán sus propios juicios.
Un periodista, está ligado cada día de su vida a lo que ocurre en todo el mundo, no puede estar aislado de la política, pero aclara que eso no impide ejercer la función del periodismo de manera satisfactoria.
El gran secreto
Cuando “yo me estaba iniciando me gustaba leer bastante, no porque me lo impusieran sino porque sentía una necesidad de conocer sobre todo para que al momento de escribir las ideas pudieran salir de manera rápida”. Por tal motivo es que el comunicador les aconseja a los jóvenes que si se quieren ser periodistas tienen que saber que esta profesión es para personas con verdadera vocación.
La técnica
Américo no tiene una hora específica de escribir, pero prefiere hacerlo la mayoría de las veces en la noche, cuando el silencio lo arropa por completo, su lápiz de creyón lo tiene con punta, su baluarte grabadora prendida, y la gran intuición que tiene lo han convertido en un gran personaje del periodismo.

 

No hay comentarios: